Aún con la caída en la producción industrial a nivel global relacionada con la pandemia por el COVID-19, las temperaturas medias de los océanos continúan con una tendencia alcista sin precedentes.
Un nuevo estudio, escrito por 20 científicos de 13 institutos de todo el mundo, informó las temperaturas oceánicas más altas desde 1955 desde el nivel de la superficie hasta una profundidad de 2.000 metros. El informe publicado este 13 de enero en la revista Advances in Atmospheric Sciences hace un llamamiento a los legisladores e instituciones de todo el mundo para frenar el calentamiento global.
Según señalan los expertos en el informe, más del 90% del calor producido por el calentamiento global es absorbido por los océanos. Este es un proceso que durará varias décadas y que nos obligará a las inevitables consecuencias que todo esto producirá en la vida sobre la tierra. Aún así, señalan que todavía estamos a tiempo de aplicar soluciones que reduzcan las emisiones de gases de efecto invernadero y mitigar así las posibles consecuencias del calentamiento global.
La absorción de dicho calor por parte de los océanos mitiga el calentamiento global, sin embargo este aumento de las temperaturas producirá cambioes e importantes impactos en los ecosistemas marinos de todo el mundo.
Según señalan los expertos «Océanos más cálidos y una atmósfera más cálida también promueven lluvias más intensas en todas las tormentas, y especialmente en los huracanes, lo que aumenta el riesgo de inundaciones» así como que «Los grandes incendios forestales vistos en el Amazonas,Australia o Estados Unidos serán cada vez más frecuentes»
Dicho aumento de las temperaturas tienen también consecuencias como en la estratificación y en la salinidad de los océanos.
Según el artículo, «A medida que más países se comprometan a lograr la ‘neutralidad de carbono’ o ‘carbono cero’ en las próximas décadas, se debe prestar especial atención al océano». «Cualquier actividad o acuerdo para abordar el calentamiento global debe ir acompañado de la comprensión de que el océano ya ha absorbido una inmensa cantidad de calor y continuará absorbiendo el exceso de energía en el sistema de la Tierra hasta que los niveles de carbono atmosférico se reduzcan significativamente».
La utilización para el consumo de energía diario de coches eléctricos o energías alternativas como la fotovoltaica para nuestro consumo personal favorecerán la mitigación de los efectos producidos por la emisión de gases de efecto invernadero y por lo tanto un menor aumento en la temperatura media de los océanos del mundo.