Después de que Volkswagen fuera el primer constructor de automóviles en firmar el compromiso alcanzado en la Cumbre del Clima de París para frenar el calentamiento global, la marca alemana se reafirma en su compromiso con la transición hacia fuentes de energía limpias asegurando que para el año 2040 dejarán de producir coches de combustión. Sin duda es una apuesta muy fuerte por parte de la marca por los coches de propulsión eléctrica.
La inversión por parte de Volkswagen para llevar a cabo esta transformación va a ser de unos cerca de 33.000 millones de euros en los próximos años según ha asegurado su presidente Ralf Brandstätter. Con esta gran inversión esperan convertirse en los líderes europeos en cuanto a movilidad eléctrica se refiere. Para el año 2025 esperan poder tener cerca de 75 vehículos de propulsión exclusivamente eléctrica.
España se queda fuera de la reestructuración.
Esta gran apuesta por la marca alemana va a suponer una reestructuración total en múltiples fábricas a lo largo del mundo. Principalmente en Asia,Europa y EEUU. De momento, este año ya estarán funcionando las de Zwickau y Dresden, en Alemania; la de Mladá Boleslav, en la República Checa; y las dos chinas de Anting y Foshan. A ellas se unirán en 2022 la americana de Chattanooga y otras dos alemanas más (Hannover y Emden). Parece que de momento las plantas de Volkswagen en España se van a quedar fuera de esta adaptación de sus plantas.
La firma alemana ha creado un ecosistema de carga que facilita la integración de los mismos en la vida cotidiana. Entre otras cosas, una aplicación para móviles permite la gestión adecuada de la energía, los cargadores domésticos ayudan a mantener las baterías llenas y una tarjeta de pago simplifica el repostaje en postes públicos. Además, junto con otros fabricantes, están promoviendo la creación de estaciones de carga en las principales vías de comunicación europeas a través de la red Ionity.